Un onagro observa a un asno disfrutando del sol y lo felicita por su buena condición física. Más tarde, ve al mismo asno cargando un pesado fardo y siendo golpeado por un arriero. El onagro reflexiona sobre el alto costo de esa aparente prosperidad y decide no envidiar más al asno. La historia muestra cómo las apariencias pueden engañar y que lo que parece ventajoso puede ocultar sufrimiento.