Una rana mira desde su estanque una feroz batalla entre toros y advierte a las demás sobre el peligro que representa. Aunque otra rana duda, la primera explica que el toro perdedor buscará refugio en el pantano, aplastándolas con sus pesadas pezuñas. La historia destaca cómo los conflictos ajenos pueden tener consecuencias inesperadas para los inocentes.